Nerea García Arenas es estudiante de último año de Nutrición en la Universidad de Alicante. Durante el grado, Nerea ha realizado un itinerario de Nutrición Deportiva y, además, ha realizado cursos y formaciones en nutrición especializadas en patologías intestinales, nutrición hospitalaria y salud pública. Nuestra primera entrevistada posee una cuenta de Instagram (@nutri.ner) donde publica recetas y se dedica a la divulgación de hábitos saludables.
Contactamos con Nerea García para hacerle algunas preguntas que pensamos que nos ayudarían a adentrarnos en el mundo de la alimentación y analizar más fácilmente algunas marcas del sector.
Nerea nos aportó cosas muy interesantes para nosotras y creemos que a vosotros también os parecerán curiosas. ¡Aquí os dejamos las preguntas que le hicimos a Nutri.ner!
En este momento, ¿qué tipo de nutricionista crees que eres?
Respuesta: En este momento, soy nutricionista de muchas cosas y de nada. En Nutrición puedes especializarte en muchas cosas y ahora mismo estoy intentando tocar todos los palos hasta encontrar la especialidad que más me guste.
¿Qué fue lo que te llamó la atención para decidir estudiar Nutrición?
Pues, la verdad es que no era mi primera opción. Quería hacer odontología, que no tiene nada que ver, pero no me dio la nota para entrar y terminé entrando en Nutrición, porque, al final, comer es algo que hacemos todos los días varias veces y adquieres conocimientos muy útiles tanto para ti como para ayudar a los demás.
Como nutricionista, ¿qué pregunta te gustaría que te hicieran en una entrevista?
La verdad es que me gustaría que me preguntasen por qué los nutricionistas no formamos parte del sistema nacional de salud en España, ya que este es el único país de la UE que no cuenta con nosotros a nivel público. Sin embargo, es una pregunta que yo tampoco sabría responderte y que espero que, de aquí a unos años, resuelva, porque, aunque no sea muy objetivo que lo diga yo, creo que hacemos bastante falta.
¿Crees que existe un consumo contradictorio en la sociedad en la que vivimos? ¿Cuál crees que es el motivo?
Cien por cien. Como sociedad, vivimos en una dicotomía. Por una parte, estamos inmersos en un ambiente que favorece la obesidad en cuanto a políticas públicas, publicidad, disponibilidad de alimentos. Es más económico y más fácil de encontrar una chocolatina que un plátano en cualquier lugar. Sin embargo, al mismo tiempo, se nos están exigiendo unos cánones de belleza que son totalmente opuestos y nos tienen inmersos en una cultura de dieta. La cultura de dieta es la que hace que, cuando se acerca el verano, se hable de "operación bikini", que hace que la gente tenga miedo de que llegue diciembre, que en enero se llenen los gimnasios o que en el confinamiento, en medio de una pandemia mundial, la gente haya estado más preocupada por engordar que por lo que hay fuera.
¿Por qué crees que a muchos consumidores les llama más la atención el consumo de ultraprocesados que el de productos saludables?
Básicamente, porque están fabricados para eso. En la industria de ultraprocesados se invierte mucho dinero en llamar la atención del consumidor. Los garbanzos, por ejemplo, no llevan etiquetas que alaban todos sus beneficios, ni salen en la tele con mensajes de que te aportan felicidad. Son solo garbanzos y eso no tiene tanto gancho.
En los últimos años ha habido una tendencia hacia el consumo de productos saludables. ¿Cómo crees que evolucionará el consumidor medio de aquí a unos años?
Sí, eso es evidente. Creo que, en parte, gracias al movimiento del Realfooding de Carlos Ríos, está claro que el consumidor está cambiando y, por tanto, la industria se está adaptando a sus necesidades. Hace unos años era impensable encontrar en cualquier supermercado chocolate del 99% de cacao, crema de frutos secos, un pan integral de calidad, etc. Pero, es verdad que se está aprovechando un poco el tirón para engañar a la población y vender productos que no son nada saludables como si lo fuesen. Por ejemplo, poniendo que no lleva azúcar, porque todo el mundo sabe que el azúcar es malo, pero añadiéndole miel, porque la gente sigue pensando que la miel es saludable. Pero bueno, sí es cierto que las marcas se están adaptando. El conocimiento es poder y hay que empoderar al consumidor, porque, si no tiene la información necesaria para elegir, no puede tomar buenas decisiones y se va a dejar llevar por lo que diga la industria alimentaria.
¿Crees que la reputación de las marcas de ultraprocesados influye en la decisión de compra del consumidor?
Respuesta: Sí y no. Creo que es influye más la reputación del producto. Por ejemplo, Hacendado es una marca y dentro de esta hay productos que son geniales y otros que son una basura. Aún así, es verdad que en cuanto a ciertos productos esto ocurre: todo el mundo sabe que una Coca-Cola no es saludable, pero con las Galletas María, por ejemplo, sucede que, sin dejar de ser bollería, parecen que sean la panacea. En todos los hospitales hay Galletas María, a los niños se les dan y la gente se sorprende muchísimo y se cabrea cuando les explicas que son galletas y son basura.
¿Cómo crees que podría incrementarse el consumo de productos naturales?
Respuesta: Principalmente, aplicando políticas económicas. Si tú bajas los precios y das ayudas al producto local y de cercanía y subes el precio y los impuestos de los productos que no son sanos, al final, la gente va a comer mejor. Lo que no es lógico es que, como es saludable, sea un lujo para muchas personas y que salga mucho más caro hacer una compra familiar de productos frescos, de fruta, verdura, carne, pescado, etc., que de productos como patatas y refrescos. Educar a la población es importante, pero los factores socioeconómicos influyen muchísimo a la hora de comprar.
¿Qué opinas sobre los remedios mágicos (batidos DETOX, por ejemplo), y por qué crees que el consumidor los compra?
Pues mira, este es un tema que a mí me cabrea bastante y he denunciado varias veces por Instagram. Me parece una forma de lucrarse engañando a alguien. Juegas con la salud de alguien que está en un momento de debilidad, provocando un daño psicológico en esta persona. No entiendo por qué son legales. Son personas que, sin ningún tipo de estudio en nutrición y salud, con un simple cursillo, hacen dietas y venden batidos de este estilo. Las personas que los consumen buscan tener resultados rápidos para tener el cuerpo que la sociedad le ha dicho que puede y tiene que tener, sin importar los medios que utilicen.
¿Cuál crees que es el motivo de que en ocasiones el consumidor crea ciegamente en algunas marcas, independientemente del producto que estas ofrezcan?
Creo que el consumidor cree ciegamente en algunas marcas, sobre todo, por el argumento de que algo es de toda la vida, que se ha comido toda la vida y que no pasa nada. También creo que las personas creen ciegamente en los productos de farmacia o de herboristería, ya que parece que si lo compras allí, automáticamente es sano porque estos establecimientos transmiten salud, y no creo que sea así. El sirope de agave o las galletas de herboristería son la misma basura que los del supermercado, o incluso peor, porque te las vas a comer creyendo que son sanas.
Interpretar la información del producto es muy importante a la hora de tomar una decisión de compra. ¿En qué debemos fijarnos a la hora de comprar un alimento?
Lo primero y más importante en lo que hay que fijarse es en la lista de ingredientes. El problema es que para la población general es lo más difícil de interpretar y lo entiendo perfectamente porque parece que lo hayan hecho a propósito. La gente suele quedarse con los mensajes frontales (vitaminas, fibra, etc.). Como consejo, diría que lo mejor es consumir productos que no lleven etiquetas y que, si vamos a consumir algo procesado, que los ingredientes sean justo lo que le pondríamos nosotros si lo hiciéramos en casa.
Aprovechando que estamos hablando sobre la imagen y reputación de las marcas del sector alimentario, ¿conoces alguna marca de alimentación no procesada o más de una?
Respuesta: La mayoría de las marcas tienen productos buenos y no tan buenos. Por ejemplo, Danone, tiene yogures naturales que son geniales y saludables, pero yogures súper azucarados dirigidos a niños, que son una aberración. De esto creo que no se libra ninguna marca.
Para terminar, ¿Cómo crees que la publicidad influye en nuestra alimentación?
Creo que afecta muchísimo. No sabría decirte un porcentaje, pero creo que sería bastante alto. La industria alimentaria es la que pone sus límites y en muchas ocasiones considero que no hay regulación suficiente y eficaz y el consumidor está un poco desprotegido. Para mí, el mayor problema son los niños y las consecuencias se están viendo. A día de hoy, el 40% de niños y niñas españoles tienen sobrepeso u obesidad. De los anuncios dirigidos a los niños, en cuanto a publicidad de productos alimenticios, el 97% son productos nada saludables, salvándose el Plátano de Canarias y poco más. Sí es verdad que está previsto desde el Ministerio de Consumo que se vayan a regular los anuncios dirigidos a niños y que no se puedan anunciar productos mal-sanos a menores de 15 años, pero claro, hecha la ley, hecha la trampa. Esta decisión entre que un producto sea bueno o malo se puede hacer según un sistema de etiquetado que es el Nutri Score y esto permite que la industria enmascare productos malos como buenos que se pueden publicitar. He de decir que hay algunos países como Chile, Perú, Uruguay, etc., que han metido políticas que son muy buenas y efectivas. En los productos dirigidos a niños no puede aparecer ningún tipo de personaje animado, ni en las cajas de cereales o galletas. También se han dejado de vender productos como Kinder Sorpresa, que tienen el regalito dentro, ni se pueden vender helados, chocolate, patatas fritas, etc., en los colegios y en los programas de TV y radio no pueden aparecer productos mal-sanos dirigidos al público infantil entre las 6 de la mañana y las 6 de la noche. Esto está teniendo una repercusión positiva en la salud de la gente. Además, se ha hecho una cosa muy interesante con el etiquetado que te recomiendo que busques en Internet, que se llama "rombos negros". Estos son los que indican que algo es alto en azúcar, en sal, en grasas saturadas, etc., y es mucho más visual.
¡Gracias, Nerea, por hacernos aprender un poco más sobre el sector de la alimentación y regalarnos un poco de tu tiempo!
A vosotros lectores, ¡esperamos que os haya gustado tanto como a nosotras!
Os dejamos por aquí la cuenta de Instagram de nuestra entrevistada @Nutri.ner. Os la recomendamos mucho: https://www.instagram.com/nutri.ner/?hl=en
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